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sábado, 31 de enero de 2015

Concepción Arenal: 196 Años de su Nacimiento

Concepción Arenal, la fuerza de un ideal.


Hoy se cumplen 196 años del nacimiento de una mujer que, sin pretenderlo, fue indispensable en la lucha por la emancipación de las mujeres en España.
"La sociedad no puede en justicia prohibir el ejercicio honrado de sus facultades a la mitad del género humano".
Nacida mujer en una época adversa para su género, Concepción Arenal supo enfrentarse con valor a la sociedad de su tiempo, convirtiendo la reivindicación de la capacidad intelectual de la mujer y su derecho a una educación igual a la del hombre en una lucha sin tregua, lo que hizo de su vida una auténtica cruzada feminista. El único "pero" que se le puede poner a sus planteamientos, sin empañar su importante papel en pro de la emancipación de la mujer, es que jamás cuestionó los roles sexuales establecidos. Pero, aún así, podemos decir que Concepción Arenal es uno de los nombres propios del feminismo en España, y una de las primeras mujeres que dedicó su vida a defender los derechos de los grupos sociales más desfavorecidos y marginados, y entre ellos los de las mujeres, a las que consideró como ser humano marginado a quien hay que ayudar, estimular y respetar, pero no con sentimientos paternalistas de galanteo y protección, sino educándolas en la dignidad de su propia condición. Y lo hizo escribiendo textos cercanos, escribiendo para que la leyeran, para que la entendieran, para que sus lectores participaran en sus ideales.

Concepción Arenal Ponte vio la luz un 31 de enero de 1820, en El Ferrol (A Coruña), en el seno de una familia acomodada y de convicciones liberales. Su madre, María Concepción de Ponte, era descendiente de una familia noble, hermana del conde de Vigo. Su padre, Ángel del Arenal, sargento del ejército, era un firme defensor del liberalismo, que sería encarcelado en varias ocasiones por enfrentarse a la monarquía absoluta de Fernando VII, lo que le condenaría a una muerte prematura; dejando a Concepción huérfana de padre a la temprana edad de 8 años. Fuertemente influenciada por la ideología paterna, Concepción creció convencida de que debía defender sus convicciones personales y luchar por sus ideales, actuando en consecuencia.

Tras fallecer su padre, Concepción es ingresada en un colegio religioso, por deseo expreso de su madre, en el aprendería cómo comportarse en sociedad. El programa de estudios no está a la altura de las inquietudes intelectuales de la futura penalista. Porque Concepción tenía las ideas muy claras, era mujer pero no tonta y, por encima de todo, deseaba cursar estudios superiores, pretensión inaudita en una mujer de la época. Su madre reprobaba su decisión, pero el destino jugó sus cartas y, tras el fallecimiento de su abuela, cuando la futura penalista contaba exactamente 21 años, falló en su favor, ya que la herencia familiar recayó sobre ella. Concepción toma la alternativa. Decidida a asistir a la universidad, aun cuando el acceso a las aulas universitarias estaba vedado a las mujeres, no duda en travestirse: vestida de varón, acude a las clases de Derecho Penal y Jurídico. La suerte estaba echada.

En aquel recinto conoce al que será su esposo, Fernando García Carrasco. El 10 de abril de 1848 contraen matrimonio. Quince años les separan, pero la simbiosis es perfecta. Su marido es un hombre avanzado para la época y, contemplando a su esposa como un igual, alienta sus inquietudes feministas, animándole a acudir junto a él a tertulias literarias, aun cuando para ello Concepción debiera continuar vistiendo ropa masculina.

El matrimonio tiene tres hijos, de los que sólo sobreviven dos, Fernando, el primogénito, le permitirá participar en concursos literarios al "prestarle su firma", en aquellas condiciones en las que una mujer se hallaba "fuera de juego".

La 'carrera profesional' de Concepción se decantará por la literatura: escribe poesía, teatro, zarzuela y novela, y sus Fábulas en verso (1851) serán declaradas lectura obligatoria en enseñanza primaria. Cuatro años después, el matrimonio García Arenal empieza a colaborar en el diario La Iberia pero cuando Fernando, gravemente enfermo, no puede escribir sus artículos, es ella quien los redacta. Y al morir éste, ella se hace cargo de los mismos sin firmarlos, momento en que los honorarios se reducen a la mitad. En 1857 Concepción se ve obligada a dejar de firmar: la Ley de Imprenta impone la obligación de firmar los artículos versados en política, filosofía y religión. Mes y medio después, la publicación anuncia su cese como redactora.


A este hecho suceden otros tantos que contribuyen a que Concepción tome conciencia de su condición de inferioridad como mujer. Es entonces cuando se dispara su creatividad literaria, sus múltiples ensayos en los que defiende sus creencias morales y feministas. A raíz de las que el 4 de abril de 1864, a instancias de la reina Isabel II, el ministro de Gobernación, Florentino Rodríguez Vaamonde, la nombra Visitadora de Prisiones de Mujeres. Concepción tiene 44 años. 
"Abrid escuelas y se cerrarán cárceles".
Tres años después publica su primera obra feminista, La mujer del porvenir, redactada en 1861. En ella, intenta rebatir la inferioridad fisiológica de la mujer determinada por el doctor Gall y demostrar la superioridad moral de la mujer.

Tras la Revolución del 68, el gobierno provisional presidido por Serrano la nombra Inspectora de Casas de Corrección de Mujeres, cargo que desempeña hasta 1873.

En 1890, afincada en Vigo, recibe la noticia de la defensa de su candidatura para ocupar la vacante en la Real Academia por parte de su paisana Emilia Pardo Bazán.

Dos años después, con la salud deteriorada, la ya famosa penalista, con obras que han adquirido eco en toda Europa como La instrucción del pueblo o Ensayo sobre el derecho de gentes, fallece víctima de un catarro bronquial crónico, cuatro días después de cumplir 73 años.

"Odia al delito y compadece al delincuente". Esta máxima ocupó las paredes de las prisiones españolas durante décadas. Su autora: Concepción Arenal, la visitadora de prisiones.



martes, 27 de enero de 2015

La industria cinematográfica mundial perpetúa la discriminación contra las mujeres

El Instituto Geena Davis sobre Género en los Medios, ONU Mujeres y la Fundación Rockefeller presentan el primer estudio internacional sobre imágenes de género en películas del mundo entero. Estudio realizado por la Dra. Stacy L. Smith, Marc Choueiti y la Dra. Katherine Pieper de la Iniciativa de Medios, Diversidad y Cambio Social de la Escuela de Comunicación y Periodismo Annenberg, Universidad del Sur de California.


(NUEVA YORK) El primer estudio mundial sobre personajes femeninos en películas populares revela una discriminación profundamente arraigada y unos estereotipos generalizados de las mujeres y las jóvenes por parte de la industria cinematográfica internacional. El estudio fue encargado por el Instituto Geena Davis sobre Género en los Medios, con el apoyo de ONU Mujeres y la Fundación Rockefeller, y fue llevado a cabo por la Dra. Stacy L. Smith y su equipo de investigación de la Escuela de Comunicación y Periodismo Annenberg de la Universidad del Sur de California.

La investigación analiza películas populares de los países y territorios más lucrativos internacionalmente, entre ellos, Australia, Brasil, China, Francia, Alemania, India, Japón, Rusia, Corea del Sur, Estados Unidos y Reino Unido, así como colaboraciones británico-estadounidenses.


Pese a que las mujeres representan la mitad de la población mundial, menos de una tercera parte de los personajes con líneas de diálogo en las películas son mujeres. Menos de una cuarta parte de la fuerza laboral ficticia que aparece en pantalla son mujeres (22,5 por ciento). Por lo general, cuando se contrata a mujeres, éstas no personifican puestos influyentes. Las mujeres representan menos del 15 por ciento de los ejecutivos de negocios, figuras políticas o empleados en puestos de ciencia, tecnología, ingeniería y/o matemáticas.

"La realidad es que las mujeres tienen una representación significativamente menor prácticamente en todos los sectores de la sociedad y en todo el mundo, no solamente en la pantalla, aunque en la mayor parte de casos simplemente no somos conscientes del alcance. Por otra parte, las imágenes de los medios de comunicación ejercen una gran influencia a la hora de crear y perpetuar nuestros prejuicios inconscientes", afirmó Geena Davis, Fundadora y Presidenta del Instituto Geena Davis sobre Género en los Medios. 

"Sin embargo, estas imágenes también pueden repercutir muy positivamente en nuestras percepciones. En el tiempo necesario para hacer una película, podemos configurar el futuro de otra manera. La cifra de mujeres que son directoras ejecutivas en el mundo es terriblemente baja, pero puede haber un gran número de ellas en las películas. ¿Cómo podemos animar a muchas más niñas a que elijan carreras de ciencia, tecnología e ingeniería? Pues escogiendo en las películas a muchas mujeres para puestos en estos ámbitos así como en la política, el derecho y otras profesiones", agregó.

Asimismo, los estereotipos marginan a las mujeres en los puestos profesionales de prestigio. Los personajes masculinos predominan sobre los personajes femeninos cuando se trata de fiscales y jueces (13 frente a 1), profesores (16 frente a 1) y médicos (5 frente a 1). Por el contrario, la balanza se inclina a favor de las mujeres cuando se trata de la hipersexualización. En comparación con los jóvenes y los hombres, las jóvenes y las mujeres tienen el doble de posibilidades de aparecer vestidas con ropas sugestivas, parcialmente desnudas o delgadas. 

"Las mujeres aportan a la sociedad algo más que sólo su apariencia", afirmó la Dra. Stacy L. Smith, investigadora principal. "Estos resultados reflejan que, a nivel mundial, el problema de valorar a las jóvenes y las mujeres va más allá de su representación en las películas. Tenemos un problema como humanidad". 

Si bien el informe muestra como las actitudes discriminatorias que afectan a las mujeres y las jóvenes se reflejan en películas de todo el mundo, también señala varias diferencias significativas entre países. Los países más avanzados (Reino Unido, Brasil, Corea del Sur) cuentan con personajes femeninos en un rango del 38 al 35,9 por ciento de los papeles con líneas de diálogo en pantalla. Las colaboraciones británico-estadounidenses y las películas indias ocupan las últimas posiciones, con cifras del 23,6 por ciento y el 24,9 por ciento de mujeres respectivamente. En la mitad de las películas surcoreanas aparecían mujeres protagonistas o coprotagonistas, al igual que en el 40 por ciento de las películas analizadas procedentes de China, Japón y Australia.

"Hace 20 años, 189 gobiernos aprobaron la Plataforma de Acción de Beijing, la hoja de ruta internacional a favor de la igualdad de género, que instaba a los medios de comunicación a evitar descripciones estereotipadas y degradantes de las mujeres. Dos décadas después, este estudio es un signo de alerta sobre el largo camino que todavía debe recorrer la industria cinematográfica mundial", afirmó la Directora Ejecutiva de ONU Mujeres, Phumzile Mlambo-Ngcuka.

"Con su gran influencia a la hora de modelar las percepciones de grandes públicos, los medios de comunicación son un factor determinante en la agenda por la igualdad de género. Y con la influencia viene la responsabilidad. Este sector no puede permitirse esperar otros 20 años para tomar las decisiones correctas", añadió.

Entre las películas analizadas, las mujeres constituían casi uno de cada cuatro cineastas tras las cámaras (directores, guionistas, productores). No obstante, cuando las películas contaban con una directora o guionista, la cantidad de personajes femeninos en pantalla aumentaba significativamente. Un remedio obvio para solucionar la disparidad de género en pantalla es contratar a más mujeres cineastas. Otro enfoque es instar a las y los ejecutivos cinematográficos a obrar con mayor sensibilidad frente al desequilibrio de género y los estereotipos en pantalla.

"Las pruebas son todavía más claras ahora, cuando lo que vemos en pantalla refleja fielmente las realidades que viven las mujeres fuera de la pantalla", afirmó Sundaa Bridgett-Jones, Directora Asociada de la Fundación Rockefeller. "Con miras al futuro, la Fundación Rockefeller está comprometida con ampliar las oportunidades para que la prosperidad incluya cada vez a más personas. Para conseguirlo, debemos superar estereotipos obsoletos que limitan a las mujeres y los hombres a la hora de realizar su pleno potencial humano".

  • Entre los resultados clave del estudio, se incluyen los siguientes:
  • Únicamente el 30,9 por ciento de los personajes con líneas de diálogo son mujeres.
  • Hay varios países que están por encima de la norma mundial: Reino Unido (37,9 por ciento), Brasil (37,1 por ciento) y Corea del Sur (35,9 por ciento). Sin embargo, estos porcentajes son muy inferiores a las cifras de población del 50 por ciento. Hay dos ejemplos por debajo de la media: en las películas coproducidas por el Reino Unido y Estados Unidos (23,6 por ciento) y las películas indias (24,9 por ciento) los personajes femeninos representan menos de una cuarta parte de todos los papeles con líneas de diálogo. 
  • Faltan mujeres en las películas de acción y aventuras. Únicamente el 23 por ciento de los personajes con líneas de diálogo en este género son femeninos.
  • De un total de 1.452 cineastas de los que se conoce el género, el 20,5 por ciento son mujeres y el 79,5 por ciento son hombres. Las mujeres constituyeron el 7 por ciento de los directores, el 19,7 por ciento de los guionistas, y el 22,7 por ciento de los productores de la muestra estudiada.
  • Las películas con una directora o una guionista tenían un número significativamente más alto de niñas y mujeres en pantalla en comparación con las películas en las que no había directora o guionista.
  • La sexualización es la norma para los personajes femeninos en todo el mundo: las jóvenes y las mujeres tienen el doble de posibilidades, frente a los jóvenes y los hombres, de aparecer en ropa sexualmente sugestiva, desnudas parcial o íntegramente, y delgadas; y tienen cinco veces más posibilidades de que se haga referencia a ellas como personas atractivas. Las películas para públicos más jóvenes son menos propensas a sexualizar a las mujeres que las películas para públicos de más edad.
  • Las adolescentes (de 13 a 20 años de edad) tienen la misma probabilidad de aparecer sexualizadas que las jóvenes adultas (de 21 a 39 años de edad).
  • Los personajes femeninos únicamente constituyen el 22,5 por ciento de la fuerza laboral de las películas a nivel mundial frente a los personajes masculinos, con una cifra del 77,5 por ciento.
  • En los puestos de liderazgo predominan los hombres; únicamente el 13,9 por ciento de los ejecutivos y sólo el 9,5 por ciento de los políticos de alto nivel son mujeres.
  • Entre las profesiones de prestigio, los personajes masculinos superan a los femeninos en fiscales y jueces (13 frente a 1), profesores (16 frente a 1), profesionales médicos (5 frente a 1), y en ámbitos de ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas (7 frente a 1).
Se puede descargar el informe completo aquí.


FUENTE: ONU Mujeres 

lunes, 26 de enero de 2015

Un informe revela que la brecha de género en Internet daña la economía mundial.

En el mundo en desarrollo, se calcula que es un 25 por ciento menos probable que las mujeres estén en línea comparado con los hombres.
Washington- La brecha de género en Internet afecta a la economía mundial, así como a millones de mujeres en todo el mundo, según indica un estudio innovador recientemente publicado.

Proporcionar acceso a Internet a 600 millones de mujeres más en los próximos tres años causará un aumento que se calcula entre 13.000 millones y 18.000 millones de dólares en el producto interno bruto (PIB) en 144 países en desarrollo, de acuerdo con el informe titulado Women and the Web (La mujer y la red).

El informe es resultado de estudios patrocinados por Intel Corporation, un fabricante multinacional estadounidense de chips semiconductores; Dalberg, una firma consultora de gestión especializada en desarrollo mundial y GlobeScan, una consultora de investigación de opinión pública que opera en más de 70 países. World Pulse, una red de medios de comunicación sin fines de lucro que trabaja con mujeres de 190 países, también contribuyó al estudio.

Según el informe, es un 25 por ciento menos probable que las mujeres estén en línea comparado con los hombres. "Para las mujeres en países en desarrollo, Internet puede ser la puerta de entrada a beneficios tangibles, tales como oportunidades de empleo y educación, así como a beneficios menos tangibles tales como el adquirir confianza, autoestima y empoderamiento", indica el informe.

¿Qué es lo que se interpone entre las mujeres e Internet?

Una gran barrera es el analfabetismo, según el informe. En todos los países en desarrollo, aproximadamente el 25 por ciento de las mujeres son analfabetas, en comparación con el 14 por ciento de los hombres.

En algunos países, las normas culturales consideran que el uso de Internet es "inapropiado" para las mujeres, afirma el informe.

Muchas mujeres simplemente no saben qué es Internet o cómo puede beneficiar a sus vidas. Otras nunca han aprendido cómo usarlo, según el informe.

"Las mujeres no están intrínsecamente menos interesadas que los hombres en la tecnología", el informe dice, "y como muestran los análisis, la denominada tecnofobia es en gran medida un reflejo de desigualdades de género en educación, empleo e ingresos".

Sin embargo, el informe también encontró que mientras más prolongado sea el tiempo que una mujer use Internet, más probable es que participe en actividades en línea que produzcan beneficios tangibles.

"Las mujeres con más de cinco años de experiencia en línea tienen dos veces más probabilidades de buscar información sobre servicios financieros y banca, o relacionados con su fuente de ingresos que las mujeres que hayan empezado a usar Internet en el último año. También tienen un 50 por ciento más de probabilidades de comprar cosas en línea", indica el informe.

El informe se presentó el 10 de enero en el Foro Internacional sobre la Mujer, tecnologías de información y comunicación, y Desarrollo (WICTAD), un foro de dos días de duración coauspiciado por la Oficina de Asuntos Mundiales de la Mujer del Departamento de Estado de Estados Unidos y ONU Mujeres en el Instituto de Educación Internacional en Washington. El foro reunió a representantes de la sociedad civil, académicos y académicas, gobierno, sector privado y las Naciones Unidas para evaluar las implicaciones sociales, económicas y políticas de la brecha de género en el acceso a Internet.

El acceso a la Internet es el "gran nivelador" del siglo XXI, de acuerdo con Melanne Verveer, embajadora en misión especial para Asuntos Mundiales de la Mujer del Departamento de Estado de Estados Unidos. "Si no cerramos las brechas existentes, también fallaremos en muchos otros aspectos", expresó en el foro. 

Para ayudar a cerrar esas brechas, Verveer dijo que el Departamento de Estado de Estados Unidos ha lanzado varias iniciativas destinadas a mujeres y jóvenes. 

Por ejemplo, mWomen trabaja para proporcionarles a más mujeres acceso a tecnología móvil. Incluso mujeres que son empresarias en el nivel más bajo de actividad económica, según Verveer, pueden utilizar tecnología simple como teléfonos móviles para vigilar informes climatológicos que afectan a su trabajo en agricultura y para hacer seguimiento de los mercados para sus productos.

TechWomen y TechGirls, comentó Verveer, trae a mujeres y jóvenes empresarias a Estados Unidos para ampliar sus conocimientos sobre tecnología y negocios así como para aprender maneras de quizá aplicar nuevas habilidades en sus países. 

Lea el informe completo (en inglés) disponible en el sitio web de Intel Corporation.


FUENTE: IIP DIGITAL

domingo, 25 de enero de 2015

Los 5 textos de Virginia Woolf que toda mujer debe leer

Un día como hoy, pero de 1882, nacía en la ciudad de Londres, Inglaterra, Virginia Woolf, la autora de Una habitación propia. Y queremos, desde aquí, rendirle homenaje recordando cinco de sus posibles mejores obras que toda mujer debe leer.

Virginia Woolf (1882-1941), sin duda, ha sido una de las escritoras más distintivas del siglo XX. Esta novelista, hija de padre filósofo, nació un 25 de enero en la ciudad de Londres, Inglaterra. El amor de Virginia por el arte y las letras se hizo evidente hasta 1917 con la editorial The Hogarth Press, que fundó junto con su esposo Leonard Woolf. La escritura de esta ensayista británica tiene una gran influencia del ambiente intelectual y liberal de Bloomsbury (Inglaterra), y sobre todo del filósofo George Edward Moore, cuyo principio filosófico consistía en tener una postura ética dependiente del placer estético, o mejor dicho, en que los aspectos personales y el goce estético deben constituir los más grandes bienes a los que puede aspirar el ser humano.

Mrs. Dalloway es una de las novelas más representativas escrita por Virginia Woolf, y a pesar de que ya han pasado más de 85 años de su publicación, el trabajo de esta escritora sigue vigente en la literatura y en el pensamiento feminista de hoy. 

Como un breve recorrido por las letras de Virginia Woolf, seleccionamos cinco de sus posibles mejores obras que toda mujer debe leer. Fragmentos o capítulos que integran algunas de sus novelas; en su mayoría, textos autobiográficos que permiten descubrir el universo interior de la autora mientras pone de manifiesto las dificultades de ser mujer en una época dominada por el sexo masculino.

5. El tiempo pasa, segunda parte de la novela Al faro (1927)

Al faro es una novela dividida en tres partes: La ventana, El tiempo pasa y El faro. La historia gira alrededor de la familia Ramsay, conformada por los padres y sus ocho hijos. Esta obra narra las vivencias y las emociones que enredan a la familia mientras vive en su casa de verano, frente al faro. La importancia de esta novela consiste en la carga social que tiene el papel de la mujer: responsable de mantener el ambiente familiar y la belleza como sus fuentes de poder. 

Al faro es, sin duda, una novela autobiográfica. La escritora afirma que gracias a esta obra es que pudo por fin encontrar su poética y el momento en el que la libertad y su alma daban frutos. Esta novela explora la emotividad que encierra el acto de esperar, y sobre permanecer en el transcurrir del tiempo.



4. La mancha en la pared, de la obra Lunes o Martes (1921)

Este capítulo forma parte del único volumen de cuentos que sacó a la luz la autora durante su vida. En esta historia deja claro que el arte no emerge necesariamente de lo más complicado, sino que, a veces, se encuentra entre las cosas más insignificantes de la vida.

Como conclusión está que los misterios de la vida se pueden encontrar en los escenarios más casuales de la cotidianidad. Da a entender que el arte, a pesar de su dilema, debe tener como respaldo una idea que trascienda.



3. El vestido nuevo, de la obra La casa encantada (1944)

Esta obra particularmente se concentra en el sentimiento de contradicción que la mujer se crea a partir de las presiones sociales, que la obligan a pertenecer a un grupo determinado, y en el que precisamente no está del todo a favor.

Esta incomodidad que ha persistido a lo largo de la historia de la mujer es provocada por el choque producido entre los valores e ideales éticos y morales que la han formado, con los de una sociedad que depende de las superficialidades.

El vestido nuevo es la historia de una chica que se enfrenta a lo superfluo de la moda. Este cuento plantea la problemática en la que se enreda una mujer al desear usar un vestido que la hará sentir única, al mismo tiempo que, también, será su condena. 



2. Bocetos del pasado, de la obra Momentos de vida (1976)

Esta obra autobiográfica de Virginia Woolf se integra por seis textos encontrados tras la muerte de su marido. Momentos de vida son los sucesos en el camino de la autora contados de manera cronológica; en ésta se puede apreciar el paso del tiempo y el proceso de madurez espiritual y poética de la escritora británica.

Bocetos del pasado es un texto que evoca el sensible paso de cobrar conciencia de los aprendizajes que deja el ser parte de este mundo. Es un escrito que reflexiona acerca de la condición del arte y del sentido del ser respecto a nuestra realidad. Woolf explora lo más íntimo de la relación entre la sensibilidad humana y la naturaleza; su poética muestra un punto de vista en el que la naturaleza forma parte del dolor humano. Por otra parte, deja en claro que la naturaleza del hombre constituye el arte que lo rodea. 



1. Toughts of peace in an air raid, de la obra La muerte de la polilla y otros ensayos (1940)

Este escrito, elaborado como un discurso universitario, habla acerca del poder de las ideas, de cómo el tener la capacidad de pensar puede ser la mejor arma para luchar y mantener los valores morales intactos.

En este ensayo Virginia Woolf pone al descubierto la cruda verdad de la violencia, mostrando su aspecto más distintivo: ser una cobardía del hombre, y el último recurso que tiene para poder defenderse.

La fuerza de las ideas se ejerce en el acto de llevarlas a cabo, en el coraje de convertirlas en el acto puro; es la mejor forma en la que el ser humano puede ejercer su bondad o su maldad.



La figura y obra de Virginia Woolf fue el principio para generar el pensamiento feminista de la edad moderna. Su manera poética de transformar los momentos efímeros de la vida a una concepción espiritual y artística es su herencia a la literatura.


Más sobre Virginia Woolf: 



lunes, 19 de enero de 2015

Dolores Juliano, referencia en el ámbito feminista

"Se nos olvida que hay sectores de mujeres con necesidades y problemas específicos".

Dolores Juliano es una referencia en el ámbito feminista. Doctora en Filosofía y Letras, Licenciada en Antropología con especialización en Pedagogía. Hasta su jubilación alternó sus múltiples publicaciones e investigaciones con la docencia en la Universidad de Barcelona, donde fue profesora titular. Visita Bilbao con motivo del 15 aniversario de la organización Mujeres del Mundo Babel. En su ponencia Feminismo: un diálogo en construcción habla de las dificultades del feminismo para relacionarse con la diversidad, cuestión que, según ella, se debe a la voluntad universalizadora del movimiento pese a su carácter cuestionador.

Para comenzar ¿Feminismo o feminismos?

Si decimos Feminismo en singular tendremos que aceptar que es un movimiento de una gran complejidad interna. Para evitar la homogeneidad y la uniformidad es mejor usar feminismos, que implica la posibilidad de pequeñas divergencias, acuerdos parciales, puntos de vista desde distintas posiciones y que resalta la idea de la complejidad. Yo creo que es más claro hablar de feminismos.

Si hacemos un repaso de la última década... ¿Dónde han quedado temas como la exclusión o el empobrecimiento dentro del movimiento feminista? ¿Crees que hemos sabido jugar en ese campo?

Primero hay que diferenciar dos ideas. La marginalización se refiere a las personas que interactúan dentro de un determinado sistema desde posiciones sin poder, y las excluidas son las personas que pertenecen a un "otros", a un colectivo diferente rotulado como "no perteneciente", por ejemplo, las personas con escasos recursos económicos resultan marginales con respecto a la economía global porque mantienen una función de consumidores pero tienen muchas dificultades para integrarse en el circuito global y, en cambio, puede hablarse de exclusión cuando la gente no se integra. Esta diferencia entre marginalidad y exclusión se puede dar desde el punto de vista social, desde el económico, o el familiar. Sea cual sea la referencia que tomemos, implica la sombra de la imagen positiva del grupo, es decir, aquellas que son el modelo y aquellas a las que ven con desagrado, las marginales del modelo, los excluidos dentro de los cuales se construye la propia unidad. ¿Cómo se maneja entonces el feminismo con estos elementos? El feminismo, o al menos una parte importante de él, opta por trabajar dentro de la estructura del sistema consiguiendo mayores márgenes, mayor poder para pasar de la marginalidad del conjunto de mujeres a estar incluidas en el sistema pero en posiciones muy subalternas, a tener derechos y posiciones mejores. Este movimiento a nivel global se ha dado ya que las mujeres están avanzando, integrándose incluso en puestos de responsabilidad, de toma de decisiones, según el caso. Pero este paso no lo ha dado la totalidad de las mujeres, hay determinados grupos o sectores en los cuales a partir de las desventajas iniciales con las que han jugado, se encuentran en una situación de marginalización o incluso de exclusión. Y estos sectores no siempre son contemplados como prioridades, muchas veces lo que se reivindica es lo que parece necesario y conveniente para el grupo mayoritario, y se nos olvida que hay sectores de mujeres con necesidades y problemas específicos.

¿Esto es a lo que te refieres cuando comentas que el feminismo ha tenido dificultades para dialogar y relacionarse con la diversidad?

Sí, sobre todo para relacionarse desde una posición de paridad, de reconocimiento, de diálogo. Porque la relación con los sectores excluidos dentro de la sociedad global siempre ha existido, pero en términos de proteccionismo, de tutela y asistencia. Se está tratando de construir en el feminismo, algo diferente y necesario, una situación de diálogo en la cual se reconozca que las personas que están con problemas de integración social, marginalización económica, discriminación étnica o cualquier otra cuestión, son personas que se hacen cargo de sus problemas, que desarrollan estrategias para poder superarlos y no necesitan nuestra tutela. Lo que necesitan es nuestro respeto y la comprensión de sus problemas. Y a partir de esto conversar y crear soluciones en conjunto, porque no se necesita que se hable de ellas sino que alguien hable con ellas. 

Supone, en parte, asumir que todas tenemos prejuicios...

Claro. Vivimos en una sociedad prejuiciosa, donde vamos incorporando nuestros prejuicios mientras crecemos, mientras nos desarrollamos, en la convivencia cotidiana o cuando leemos los medios de comunicación, que son estereotipos. Hay personas a las que sistemáticamente se los presenta de determinadas maneras y superar esos prejuicios cuesta, y no es solamente una cuestión de voluntad, es una cuestión de crecimiento interno que debe hacerse mediante el diálogo, el conocimiento y el enriquecimiento que nos da constatar que hay mujeres que viven de manera diferente y que merecen ser escuchadas.

¿Dirías que la emigración, el racismo o el neocolonialismo son temas que están de actualidad dentro de los feminismos?

En algunas corrientes dentro del feminismo estos temas se tocan poco, no son el eje de la atención, para otros sectores, son realmente fundamentales. Lo cual está bien, porque por otra parte, si estamos hablando de diálogos enriquecedores, tenemos que tener en cuenta que es muy difícil hacerlo con muchísimos sectores al mismo tiempo si no hay algunos dentro del feminismo que estén especializados. Hay una necesidad de construir lazos humanos, de profundizar en las relaciones, pero en general yo pienso que si tomamos como un conjunto todo lo que se hace desde distintos movimientos feministas, hay algunos sectores de mujeres que están claramente olvidados. Por ejemplo, hay pocos grupos feministas que estén trabajando con presas, y es una tarea muy necesaria porque es un sector muy vulnerable que necesita apoyo. Igual que ocurre con las prostitutas, que tienen problemas de persecución legal, de multas, discriminación o acoso policial y tienen más facilidad a través de algunas ONG o a través de asociaciones, más o menos asistenciales, que a través del propio movimiento feminista, que tendría que brindarles cierto colchón de protección. Más aún, hay algunos sectores feministas que consideran que el feminismo no debe implicarse en estos problemas, pero esto ya es bastante más grave.

¿Crees que la asociación Mujeres del Mundo Babel es un ejemplo de que convivencia, interculturalidad y feminismo puede ir a una? ¿Incluso un ejemplo para superar la victimización que se les otorga desde algunas instituciones?

Yo creo que ahí se está haciendo un trabajo magnífico en este sentido con mujeres inmigrantes que se dedican a muy diversas tareas, con problemáticas muy distintas, y que vienen prácticamente de todas partes, un trabajo continuado, que no de apoyo puntual, en un ámbito en el que las mujeres se saben reconocidas, aceptadas, respetadas y, por consiguiente, con motivación para participar. Creo que es una experiencia muy bonita, podría ser un ejemplo de lo que llamaríamos buenas prácticas feministas. Y por otra parte muy fructífera porque mantiene grupos que a su vez comienzan recibiendo determinados apoyos y que terminan integrándose y brindando apoyo a su vez y solidaridad, se establece una cadena de relación de cuidados mutuos que es muy significativa. 

"Nadie niega hoy que el feminismo tenga mucho peso, lo que ocurre es que ni es tan conocido, ni es tan reconocido". Una de tus frases.

Claro. El feminismo ha sacudido de una manera muy importante toda la sociedad occidental y ha centrado su objetivo de una manera bastante significativa en cambiar las políticas de las mujeres. Los marcos jurídicos en los que hoy nos movemos son evidentemente muchísimo menos discriminatorios de lo que eran hace algunos años. Y esto no es una casualidad ni es fruto del paso del tiempo, esto es el trabajo duro y cotidiano de las mujeres, una consecuencia de la movilización y la protesta sistemática. Lo que pasa es que, en algunos casos, se mantienen legislaciones que, siendo aparentemente igualitarias para hombres y para mujeres, en la práctica son discriminatorias. El ejemplo más claro es el de la ley de extranjería española cuando facilita la adquisición de papeles a partir de contratos laborales; este requisito se ha hecho pensando en un inmigrante tipo, masculino, que trabajaría en empresas, en la construcción o en la industria, en las cuales los contratos son una práctica habitual. Pero en el caso de las inmigrantes mujeres, el trabajo habitual es en el sector servicios y este sector implica trabajar normalmente con familias, ya sea haciendo limpieza, cuidando ancianos, cuidando niños... trabajos de apoyo a las tareas domésticas o incluso en cosas como el alterne o la prostitución. Ninguna de estas actividades tiene una tradición de contrato laboral, y por otra parte, a veces es difícil cumplir las condiciones para poder hacer un contrato laboral aún en los casos en los que las familias empleadoras estarían dispuestas. Esto hace que para las mujeres inmigrantes tener los papeles en regla sea mucho más difícil que para los hombres. El problema es que tratar igual a problemas diferentes puede implicar discriminación, entonces hay que tener cuidado porque cuando se habla de una legislación igualitaria, puede estar escondiendo consecuencias perversas.

El feminismo es un diálogo en construcción. ¿Cuáles serían los siguientes retos?

El tema de los cuidados es una de las reivindicaciones que se están haciendo en alguno de los ámbitos del feminismo. En alguna época se consideraba que lo correcto era liberarse de lo que podríamos llamar "la jaula doméstica" y moverse en el mundo de la competición. Esto no era una buena solución; los cuidados, las tareas domésticas son necesarias para la supervivencia, no son un elemento femenino en sí mismo, son tareas simplemente que nos corresponden a todos los adultos, todas las personas, hombres y mujeres, tenemos que ser capaces de valernos por nosotros mismos y de poder cuidar de los demás, es una parte del aprendizaje de la vida, y de ninguna manera es algo a desvalorizar. Tenemos que ver como aprendemos ya desde la infancia que somos personas y, que como personas, estamos comprometidas en la manutención de la vida social de la mejor manera posible. Debemos implicarnos en las tareas de generación de tejido social, las mujeres eso lo hemos tenido muy, muy claro, porque casi todo el mundo, en casi todas partes, continúa estando en manos de mujeres. 

Creo que el feminismo en general va por el buen camino, lo que es importante es que a través de las nuevas propuestas no se generen dogmas. Lo más peligroso que le puede pasar a un movimiento es creer que tiene las verdades porque a partir de esto se crean las herejías, la caza de brujas, de disidentes, aquellas que no se adecúan, o que se desvían. No. Las mujeres somos múltiples, somos la mitad de la humanidad, hay cabida para una gran cantidad de propuestas, de experiencias, de logros, de conocimientos, de reivindicaciones. Algunas coinciden, otras no, pero forman un mosaico muy complejo que hay que reconocer como tal y no tratar de uniformizar a partir de nuestra visión occidental, blanca, de clase media, porque si no caeremos en prácticas neocoloniales y discriminatorias.

El diálogo no implica de ninguna manera un todo vale, es decir, lo que yo estoy diciendo es que cualquier grupo humano está cruzado por contradicciones internas y que las personas que están discriminadas saben cuáles son los elementos que más les duele y están desarrollando algunas estrategias para superarlo, no se trata de dialogar con los sectores dominantes de cada grupo, se trata de dialogar precisamente con los sectores que padecen algún tipo de discriminación, y las mujeres suelen padecer discriminación en muchos grupos humanos. Así que se trata de dialogar, ver qué tipo de soluciones plantean para los problemas. Veremos respuestas originales y creativas, con implicaciones profundas, prácticas con valor humano. Hay una gran cantidad de elementos que nos pueden enriquecer a todas. En lugar de estar preguntándonos continuamente en qué se equivocan estas mujeres, lo que les tendríamos que hacer es preguntar cómo están solucionando los problemas y qué podemos aprender de ellas.


FUENTE: ITZIAR PEQUEÑO | PERIÓDICO DIAGONAL 

domingo, 11 de enero de 2015

Homenaje a Gabriela Mistral en el 58º aniversario de su muerte



Un 10 de enero de 1957 decía adiós la escritora chilena Gabriela Mistral, Premio Nobel de Literatura de 1945, "por su poesía lírica que, inspirada por poderosas emociones, ha hecho de su nombre un símbolo de las aspiraciones idealistas de todo el mundo latinoamericano". Al enterarse de que le habían concedido el Nobel, declaró:

"Quizá haya sido porque yo era la candidata de las mujeres y de los niños".
Entre sus obras destacan: Sonetos de la muerte, Desolación, Lectura para Mujeres, Tala y Ternura.

Desde aquí le quiero rendir un pequeño homenaje a una de las más grandes poetisas en lengua española.

NOCTURNO
Padre nuestro, que estás en los cielos, 
¿por qué te has olvidado de mí?
Te acordaste del fruto en febrero,
al llagarse su pulpa rubí.
¡Llevo abierto también mi costado
y no quieres mirar hacia mí!
Te acordaste del negro racimo
y lo diste al lagar carmesí,
y aventaste las hojas del álamo
con tu aliento, en el aire sutil.
¡Y en el ancho lagar de la muerte
aún no quieres mi pecho oprimir!
Caminando vi abrir las violetas;
el falerno del viento bebí, 
y he bajado, amarillos, mis párpados
para no ver enero ni abril.
Y he apretado la boca, anegada
de la estrofa que no he de exprimir.
¡Has herido la nube de otoño
y no quieres volverte hacia mí!
Me vendió el que besó mi mejilla;
me negó por la túnica ruin.
Yo en mis versos el rostro con sangre,
como Tú sobre paño, le di;
y en mi noche del Huerto me han sido,
Juan cobarde, y el Ángel hostil.
Ha venido el cansancio infinito
a clavarse en mis ojos, al fin;
el cansancio, del día que muere,
y el del alba, que debe venir;
¡el cansancio del cielo de estaño
y el cansancio del cielo de añil!
Ahora suelto la mártir sandalia
y las trenzas, pidiendo dormir.
Y perdida en la noche levanto
el clamor aprendido de ti:
Padre nuestro que estás en los cielos,
¿por qué te has olvidado de mí?"



viernes, 9 de enero de 2015

Mujeres y Feministas (IX). Simone de Beauvoir


"No creo en el eterno femenino, una esencia de mujer, algo místico. La mujer no nace, se hace. No hay un eterno femenino desde el origen, son roles. Y eso se aprecia muy bien cuando se estudia la sociología. El papel de los hombres y de las mujeres no está determinado de forma absoluta en todas las civilizaciones, hay grandes cambios".
En este año 2015, se cumplen 107 años del nacimiento de Simone de Beauvoir. Quien se ha convertido en una de las grandes personalidades del siglo XX. Novelista excepcional, activista política antes y después de la Segunda Guerra Mundial, es ya un icono de la cultura y el pensamiento. Sus aportaciones se engloban dentro del ateísmo, el existencialismo, la ética y la militancia comunista. Fue, además, una gran novelista de ficción que obtuvo el premio Goncourt, el más prestigioso de las letras francesas, con Los mandarines, de 1954.

Pero con el tiempo, la contribución más destacada de la filósofa francesa será su análisis de la condición de la mujer. Tras la publicación del ensayo El segundo sexo, el feminismo nunca volvió a ser lo mismo. Este tratado trazó el camino a seguir en la lucha por la verdadera igualdad al explicar, paso a paso, las diferentes ciencias, la historia, la cultura y las estructuras de poder político y económico que tratan de convertir a la mujer en un ser pasivo que acepta los roles que le han adjudicado. Es lo que ella misma denomina una alteridad, una construcción social a partir del otro, el hombre.

Desde entonces, de forma interdisciplinar, el feminismo trabajará en la búsqueda de la "mujer nueva". 
"Dejar de creer en Dios es asumirse plenamente responsable de las propias decisiones"
Simone-Ernestine-Lucie-Marie Bertrand de Beauvoir nace en París (Francia), el 9 de enero de 1908. Hija de Georges Bertrand de Beauvoir, que trabajó un tiempo como abogado y era un actor aficionado, y de Françoise Brasseur. Nació en el piso familiar, situado en el bulevar Raspall (París), y fue escolarizada desde sus cinco años en el Cours Désir, donde solían ser mandadas las hijas de familias burguesas. Su hermana menor, Hélène (conocida bajo el apodo de Poupette), la siguió ahí dos años más tarde. Desde su niñez, Simone de Beauvoir se destacó por sus habilidades intelectuales, que hicieron que acabara cada año primera de sus clases. Compartía liderazgo escolar con Elisabeth Lacoin (llamada Zaza en la autobiografía de Beauvoir), que se convirtió rápidamente en su mejor amiga.

Después de la Primera Guerra Mundial, su abuelo materno, Gustave Brasseur, entonces presidente del Banco de la Meuse, dio en quiebra, precipitando a toda la familia en el deshonor y la vergüenza. Como consecuencia de esta ruina familiar, los padres de Simone se ven obligados a abandonar la residencia señorial del bulevar Raspall (hoy en día situada encima del restaurante La Rotonde) hacia un apartamento oscuro, situado en un quinto piso sin ascensor en la calle de Rennes. George de Beauvoir, que había planeado vivir con el dinero de su esposa y de su familia, vio sus planes frustrados. La culpa que sintió entonces Françoise no la abandonará nunca a lo largo de su vida, y la dote desaparecida se convertirá en una vergüenza familiar. La pequeña Simone sufre con la situación, y ve como las relaciones entre sus padres se deterioran poco a poco.

Hecho importante en el nacimiento de las ideas políticas feministas de Simone es que toda su infancia será marcada por el hecho de haber nacido mujer: su padre no le esconderá que deseaba un hijo, con el sueño de que hubiese cursado en la prestigiosa Escuela Politécnica de París. Muchas veces le dirá a Simone: "Tienes un cerebro de hombre". Apasionado por el teatro, que ejerce como aficionado, comparte este gusto con su esposa y sus hijas, así como su amor por la literatura. Georges de Beauvoir le dirá a menudo a Simone que el "oficio más bonito es el de escritor". Con su esposa, comparte la convicción de que, dada la mediocre condición económica en la que la familia se encuentra, la única esperanza de mejora social para sus dos hijas son los estudios.

miércoles, 7 de enero de 2015

Silvia Federici: “Es un engaño que el trabajo asalariado sea la clave para liberar a las mujeres”.


Silvia Federici (Italia, 1942) es una pensadora y activista feminista, un referente intelectual por su análisis del capitalismo, el trabajo asalariado y reproductivo, siempre desde una perspectiva de género. Profesora en la Universidad de Hofstra de Nueva York, Federici fue una de las impulsoras de las campañas que en los años setenta comenzaron a reivindicar un salario para el empleo doméstico. "El trabajo doméstico no es un trabajo por amor, hay que desnaturalizarlo", defiende. La escritora está de gira por España: allá donde ha estado las librerías y salas se han llenado para escucharla. Su último libro publicado en español es Revolución en punto cero. Trabajo doméstico, reproducción y luchas feministas, publicado por Traficantes de Sueños.

¿Es esta crisis económica una crisis también de igualdad?

Sí, es una crisis de igualdad y que amenaza especialmente a las mujeres. Hay muchas consecuencias de las crisis que impactan en las mujeres de forma particularmente intensa. Por un lado, los recortes de servicios públicos, de la sanidad, de la educación, de los cuidados, las guarderías... eso trae a las casas un montón de trabajo doméstico que todavía siguen haciendo mayoritariamente las mujeres. La mayoría de las mujeres trabajan fuera de casa pero siguen encargándose de este trabajo y tienen que absorber esta parte de tareas que antes eran públicas. Por otro lado, la crisis del empleo y del salario crea nuevas tensiones entre las mujeres y los hombres. Que las mujeres tengan más autonomía ha creado tensiones y un aumento de la violencia masculina. El hecho de que los hombres no tengan el poder económico y al mismo tiempo las mujeres reivindican una mayor autonomía ha creado formas de violencia masculina contra las mujeres que se pueden ver en todo el mundo.

¿En qué momento diría que estamos entonces?

Estamos en un período en el cual se está desarrollando un nuevo tipo de patriarcado en el cual las mujeres no son sólo amas de casa, pero en el que los valores y las estructuras sociales tradicionales aún no han sido cambiadas. Por ejemplo, hoy muchas mujeres trabajan fuera de la casa, muchas veces en condiciones precarias, lo que supone una pequeña fuente de mayor autonomía. Sin embargo, los lugares de trabajo asalariado no han sido cambiados, por tanto, ese trabajo asalariado significa adaptarse a un régimen que está construido pensado en el trabajo tradicional masculino: las horas de trabajo no son flexibles, los centros de trabajo no han incluido lugares para el cuidado, como guarderías, y no se ha pensado formas para que hombres y mujeres concilien producción y reproducción. Es un nuevo patriarcado en el que las mujeres deben ser dos cosas: productoras y reproductoras al mismo tiempo, una espiral que acaba consumiendo toda la vida de las mujeres.

De hecho, usted dice que se ha identificado la emancipación de las mujeres con el acceso al trabajo asalariado y que eso le parece un error, ¿lo es?

Es un engaño del que hoy podemos darnos cuenta. La ilusión de que el trabajo asalariado podía liberar a las mujeres no se ha producido. El feminismo de los años 70 no podía imaginar que las mujeres estaban entrando al trabajo asalariado en el momento justo en el que éste se estaba convirtiendo en un terreno de crisis. Pero es que, en general, el trabajo asalariado no ha liberado nunca a nadie. La idea de la liberación es alcanzar la igualdad de oportunidades con los hombres, pero ha estado basada en un malentendido fundamental sobre el papel del trabajo asalariado en el capitalismo. Ahora vemos que esas esperanzas de transformación completa eran en vano. Al mismo tiempo sí vemos que muchas mujeres han conseguido más autonomía a través del trabajo asalariado, pero más autonomía respecto de los hombres no respecto del capital. Es algo que ha permitido vivir por su cuenta a muchas mujeres o bien que tuvieran un trabajo, mientras su pareja no lo tenía. De alguna forma esto ha cambiado las dinámicas en los hogares, pero en general no ha cambiado las relaciones entre hombres y mujeres. Y, muy importante, eso no ha cambiado las relaciones entre mujeres y capitalismo: porque ahora las mujeres tienen dos trabajos y aún menos tiempo para, por ejemplo, luchar, participar en movimientos sociales o políticos. 

Es también muy crítica con organismos internacionales como el FMI, el Banco Mundial o la ONU. Algunos de ellos publican informes animando a la participación femenina en el mercado laboral, mientras alientan medidas de recorte que perjudican la igualdad y la vida de las mujeres...

Sí y esto es fundamental. Es un error no ver el tipo de planificación capitalista que se está desarrollando dentro del proyecto de globalización. Hubo una intervención masiva en la agenda y en las políticas feministas con el objetivo de usar el feminismo para promover el neoliberalismo y para contrarrestar el potencial subversivo que tenía el movimiento de mujeres en términos, por ejemplo, de lucha contra la división sexual del trabajo y contra todos los mecanismos de explotación. Por un lado, el trabajo de la ONU fue redefinir la agenda feminista y creo que fueron bastante efectivos. A través de varias conferencias mundiales, por ejemplo, se presentaban a sí misma como la representación de las mujeres del mundo y de lo que es o no el feminismo. Por otro lado, su otro objetivo era "educar" a los gobiernos del mundo en que algo tenía que cambiar en la legislación laboral para permitir la entrada de las mujeres en el trabajo asalariado.

¿Cómo salir entonces de esa trampa, cómo conseguir reivindicar la igualdad sin caer en esas trampas? Porque, por ejemplo, usted rechaza que las mujeres se incorporen en igualdad a los Ejércitos.

No a las mujeres en el Ejército, de ninguna manera. Hay que tener en cuenta que los hombres también son explotados. Entonces, si decimos simplemente que queremos la igualdad con los hombres estamos diciendo que queremos tener la misma explotación que los hombres tienen. La igualdad es un término que congela el feminismo: por supuesto que en un sentido general no podemos estar en contra de la igualdad, pero en otro sentido decir sólo que luchamos por la igualdad es decir que queremos la explotación capitalista que sufren los hombres. Creo que lo podemos hacer mejor que eso, hay que aspirar a transformar el modelo entero, porque los hombres tampoco tienen una situación ideal, los hombres también deben ser liberados, porque son sujetos de un proceso de explotación. Por eso no a las mujeres en el ejército, porque no a la guerra, no a la participación en ninguna organización que nos comprometa a matar a otras mujeres, a otros hombres en otros países con el objetivo de controlar los recursos del mundo. La lucha feminista debería decir en ese sentido que los hombres deberían ser iguales a las mujeres, que no haya hombres en los ejércitos, es decir, no a los ejércitos y no a las guerras.

¿Y cómo salir de la trampa en el caso del trabajo asalariado?

Esto es diferente porque en muchos casos el trabajo asalariado es la única forma en la que podemos ser autónomas y no estamos en la posición de decir no al empleo. La cuestión es considerar el trabajo asalariado como una estrategia más para la liberación, no como la gran estrategia para liberarnos. Por ejemplo, en EEUU la cuestión del trabajo reproductivo no se tiene en cuenta para nada e incluso cuando las mujeres luchan por liberarse de las tareas de cuidado eso sólo se tiene en cuenta como una forma de que ellas puedan dedicar más tiempo al trabajo fuera de casa. El capitalismo devalúa la reproducción, y eso significa que devalúa nuestras vidas para continuar devaluando la producción de trabajadores. Es un asunto fundamental que no se está teniendo en cuenta. Así que no se trata de decir no al trabajo asalariado sino de decir que el trabajo asalariado no es la fórmula mágica para liberar a las mujeres. Las mujeres no están afuera de la clase trabajadora, la lucha feminista debe estar totalmente imbricada en la lucha trabajadora.

Entonces, ¿qué más estrategias se pueden seguir para conseguir esa liberación?

El trabajo que la mayoría de mujeres hacen en el mundo, que es el trabajo reproductivo y doméstico, es ignorado. Y ese trabajo es la base del capitalismo porque es la forma en la que se reproducen los trabajadores. El trabajo de cuidados no es un trabajo por amor, es un trabajo para producir a los trabajadores para el capital y es un tema central. Si no hay reproducción, no hay producción. Si ese trabajo que hacen las mujeres en las casas es el principio de todo lo demás: si las mujeres paran, todo para; si el trabajo doméstico para, todo lo demás para. Por eso el capitalismo tiene que devaluar este trabajo constantemente para sobrevivir: ¿por qué ese trabajo no está pagado si mantiene nuestras vidas en marcha? La corriente de la que yo provengo vimos que si el capitalismo tuviera que pagar por este trabajo no podría seguir acumulando bienes. Y al menos que lidiemos con este asunto no produciremos ningún cambio en ningún otra plano.

¿Defiende el salario para el trabajo doméstico?

Sí. Muchas feministas nos acusan de institucionalizar a las mujeres en casa porque entienden que esta demanda es una forma de congelar a las mujeres en los hogares, pero es exactamente lo contrario, es la forma en que podemos liberarnos. Porque si este trabajo es considerado como tal los hombres también podrán hacerlo. El salario sería para el trabajo, no para las mujeres.

Sí, pero aún hoy son las mujeres las que hacen mayoritariamente ese trabajo, esa sigue siendo la tendencia a pesar de que ha habido otros cambios, ¿qué haría cambiar esa inercia?

La tendencia es esa porque la ausencia de salario ha naturalizado la explotación. ¿Te imaginas que los hombres hubieran hecho un trabajo industrial gratis durante dos años porque es lo propio de los hombres? Estaría totalmente naturalizado, igual que lo está el trabajo doméstico, que está ligado a la feminidad y a lo que se considera propio de las mujeres. En una sociedad conformada para las relaciones monetarias, la falta de salario ha transformado una forma de explotación en una actividad natural, por eso decimos que es importante desnaturalizarla.

¿Y la forma de desnaturalizarla es precisamente mediante un salario?

Sí, es un primer paso para hacerlo. Pero nunca vemos el salario como un fin, sino como un medio, un instrumento para empezar la reivindicación. Ya sólo pedir un salario tiene el poder de revelar toda un área de explotación, de sacar a la luz que esto es un trabajo propiamente dicho, y que es esencial para el capitalismo, que ha acumulado riqueza gracias a ello.

¿No se corre el riesgo de perpetuar así la división sexual del trabajo?

No, es una forma de romperla. Se puede demostrar que la división sexual del trabajo está construida sobre la diferencia salario-no salario.

Sin embargo, en muchos países como España el trabajo doméstico ya está reconocido como tal (no con todos los derechos) y aún así ese trabajo sigue siendo femenino mayoritariamente, es decir, que esté remunerado no ha hecho que los hombres se incorporen a esos empleos. ¿Por qué pensar entonces que pagar por las tareas del hogar hará que los hombres se incorporen a ese área?

En una situación en la que el trabajo doméstico no es reconocido como trabajo y millones de mujeres lo hacen gratis en todo el mundo, las mujeres que lo hacen por dinero están en una situación de debilidad, de no poder negociar mejores condiciones. Yo espero que se construya un nuevo movimiento feminista que una a las mujeres que hacen trabajo doméstico pagado y a las que lo hacen no pagado. Empezar una lucha sobre qué significa este trabajo, reivindicar nuevos recursos al servicio de este trabajo y proponer nuevas formas de organización. Este trabajo se hace separadas las unas de las otras y hace falta unión, nuevas formas de cooperación que nos permitan unir nuestras fuerzas para contestar esta devaluación del trabajo doméstico. La conexión entre mujeres y trabajo doméstico es muy fuerte y no será fácil, pero creo que sí se podrían conseguir cosas. La reinvidicación del salario para el trabajo doméstico ha sido muy liberadora porque muchas mujeres podían comprender así que lo que hacían era trabajo y era explotación, y no algo natural.


FUENTE: MARXISMO CRÍTICO